El estragón es una de esas típicas hierbas mediterráneas que tanto asociamos a nuestra cocina, y que suele formar parte de mezclas tan habituales como las hierbas provenzales.

Perfecto acompañamiento para pescados, aves y quesos, es también un complemento perfecto para cremas de hongos y sopas. Para conocer su sabor te recomenndamos que te prepares una infusión de estragón, que además de ayudar a la digestión.

Es originaria de Asia Central. El estragón perenne, de flores estériles, se multiplica por división en primavera. El estragón ruso, menos oscuro y aromatizado, se obtiene por siembra. 

Las hojas lanceoladas y de color verde vivo del estragón, de sabor muy fino y delicado, han sido utilizadas en cocina desde el siglo XVI. Tienen múltiples empleos: frescas, aromatizan las ensaladas, los platos en gelatina, las salsas (bearnesa, gribiche, ravigote, tártara, Vincent) y una mantequilla compuesta. También aromatiza la mostaza y el vinagre. En puré o en crema, sirve para rellenar o decorar bouchées, barquillas, canapés, hongos o fondos de alcachofa. Se conserva bien gracias a distintos procedimientos (hervido, congelado, seco). Se utiliza para la elaboración de licores y su aceite esencial se emplea en perfumería.